La mirada y el atractivo de una obra de arte
Resumen
El presente artículo tiene como propósito analizar el punto de atractivo que despierta una obra de arte. Se parte de la pregunta ¿por qué una obra de arte captura la mirada de un espectador? Los ejemplos que aquí se toman demuestran aquello que la armonía y el estándar del clasicismo intentan ignorar. La incomodidad que produce el fuera de sentido es el punto de partida para activar la función mirada en la contemplación de un cuadro. Se concluye que su atractivo radica en el encuentro con un punto real de la historia del sujeto, un punto que falla en el encadenamiento del lenguaje, es decir desconocido, en tanto siendo despertado por lo que presenta Lacan como “función cuadro” produce un efecto de sorpresa, habilita la posibilidad de introducirse en el encadenamiento, en la simbolización, y nuevamente vuelve a fallar.